Por Yanina Azucena
Capiatá
Capiatá era ruta uno
camiones atiborrados de soja
rendidos ante un coro de ñakyrãs.
No hay manera de que una niña
no se sorprenda del cielo oscuro
perforado
por el sonido de un conjuro de cigarras.
Muchos años ese Paraguay
era campo extenso de verde y rojo
la curvatura de un terreno desparejo
sapos como mascotas
un pequeño impenetrable
en el patio trasero de mi casa.
Siestas de futbol en la calle
por la coca
pikivolley en el baldío.
Hay que aprender a transpirar
como un acto más del cuerpo
como respirar
hay que aprender a no huir del sudor
acostumbrarse a que sea
una capa más de nuestra piel.
Capiatá era mirar distraída por la ventana
rumbo a la escuela
cómo el cemento perdía su batalla
entre fisuras, lo verde siempre invade
una lucha mano a mano
por ser protagonista.
Heamá
Heamá
es grande y redonda
huele a leña
despacio
repite su nombre: he - a - má.
Me abraza, pide
no vaya-na a correr
mbo´õpiko oĩ la nde zapatilla
descalza
te puede picar un pique.
Heamá habla en guaraní
yo
respondo en castellano.
He - a – má coreo con ella
conozco la historia de su nombre deformado
pero atenta escucho.
Mi nariz se hunde en su delantal
ella-ko entiende todo, le dice a sus gallinas
me bendice y grita
ai-ko che mbemby
tu uña están rojas
te puede picar un pique.
Vuelvo
Subo al avión para que ya no seas
nube turbulenta de preguntas.
Aterrizo en tierra caliente
el sonido de mi idioma teje telarañas
y mi país colorado
termina por conquistar a esta falsa kurepí.
El sabor a mbejú caliente difumina
ese amargo abandono
de tus ojos que no conozco.
Atravesé una ciudad a tientas
reconstruí lugares perdidos
para encontrarte en los ojos de tus vecinos
que reconocen impreso
en mis pómulos tu ADN.
Crucé una cancha
vacía
como nuestra historia
ha che korasõ opú
mientras mis rodillas
se preparaban para el impacto
de mis pasos decididos.
Hay una osadía necesita pausa.
Pido permiso sentir
un poco de cobardía
segundos de miedo
que confirmen que todo es real
como la estampida de cebúes que
recorren mi pecho
sin un solo sentimiento que quiera
tomar partido.
La piel de gallina respira profundo
frente a tu puerta
aplaudo bien fuerte
que despierten
todos tus sentidos.
(Buenos Aires – Argentina) Nació en Paraguay. Es Diplomada en Artes del Libro y estudiante avanzada de la Licenciatura en Artes de la Escritura por la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Adscripta en la materia Taller de poesía I, cátedra Alicia Genovese (UNA). Ideó y curó Lengua Roja de Cebú, primer podcast de poesía paraguaya-guaraní contemporánea. Forma parte de la Casa Cultural Literaity en Asunción, Paraguay, donde gestiona talleres y eventos que promocionen la literatura en todas sus formas. Obtuvo la beca Estímulo a la vocación científica 2023 por el Consejo Interuniversitario Nacional (CiN) para investigar poesía paraguaya contemporánea.
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