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Foto del escritorUlrica Revista

Socorro Venegas

Reseñas - Edición N42 - 43



El dolor es una de las experiencias que nos hermana como seres humanos. Y atravesarlo, es lo que nos identifica como especie. Lo que hoy se llama resiliencia, y que en la autoficción suele dársele visos heroicos, es lo más común de la especie: seguir adelante, con mayor o menor dificultad, y así se explica el avance de la civilización humana. Pero esto no significa que, en esa experiencia común de la especie, no haya historias que contar.

La mexicana Socorro Venegas, escritora y editora, elige una dolorosa historia personal para el tema de La noche será negra y blanca, la que fue su primera novela y que por primera vez edita en Argentina La parte maldita. Pero la autora no cae en la simpleza de contar un hecho real y adornarlo con alguna frase más o menos elaborada. «Porque no quería hacer un libro autobiográfico. No quería hablar de mí o de mi familia, pero sí de la experiencia de atravesar el dolor, que es común a cualquier ser humano. Entonces quise trabajar con absoluta lealtad a las emociones de esos personajes, que podían estar construidos con las entrañas de gente que amo, sin ser ellos».

La historia, narrada con un lenguaje poético y directo, sigue a una joven periodista que un día recibe un llamado de su padre, ausente desde hace muchos años, que quiere verla. El hombre, un alcohólico desdichado, no soportó la muerte de su hijo más pequeño, en un accidente hogareño, y escapó en pos de dejar atrás el dolor. La hija, muchos años despúes, no quiere espetarle un odio amargo al padre. Ella quiere comprender los motivos profundos de su tristeza de larga data. Escribir sobre su búsqueda es el ejercicio que le permitirá ordenar el caos de una vida humana marcada por la pobreza, los traumas infantiles, el vicio y el dolor.

La historia se completa con personajes entrañables y sumamente humanos que viven impulsados por los más diversos impulsos. La madre, la abuela y un viejo y gran escritor que se volverá una figura casi paterna inesperada.

La autora cuenta a sus personajes, que son profundamente mexicanos y, a la vez, universales, desde una mirada piadosa. Ninguno busca la destrucción o el mal de los otros. Simplemente, como ocurre en la vida real, se equivocan y en su imposibilidad de darse consuelo mutuo, se aíslan. «Son personajes que sufren una pena equivalente a la de alguien que sufre una amputación. No se destruyen mutuamente, pero tampoco son capaces de darse consuelo entre ellos, el dolor los aísla. Yo quería comprender eso, profundizar, taladrar, mostrar esos caminos que a veces necesitan tomar los sobrevivientes».


ULRICA: Esta fue tu primera novela publicada. ¿Cómo ves, ahora, a esa escritora de principios del 2000?

SOCORRO VENEGAS: Es una pregunta interesante. Puedo ver a esa escritora tan comprometida como hoy con la literatura, sin ninguna prisa para publicar, trabajando con infinita paciencia esa novela, mirando la vida a través de ella, de esas páginas, de sus personajes, como si esa novela la creara a ella. Hay cierta nostalgia también, era una época en la que disponía de más tiempo para escribir. La pasión está intacta.

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